El director general de Sig Sauer se enfrenta a un juicio en Alemania por el comercio de armas en Colombia

En el 2009, Sig Sauer, una empresa de armas de fuego con sede en Nuevo Hampshire, EE. UU., aseguró un acuerdo por valor de 306 millones de dólares con la Policía Nacional colombiana para suministrarles casi 100.000 pistolas. El acuerdo es ahora el centro de un juicio en Alemania, dónde Ron Cohen, el director general de Sig Sauer se enfrenta a cinco años de cárcel, acusado de conspirar para engañar a los funcionarios alemanes sobre la naturaleza de la venta de armas. Cohen fue arrestado en el aeropuerto de Fráncfort en octubre y puesto en libertad bajo fianza. Otros cuatro ejecutivos fueron imputados en abril, pero los cargos contra ellos fueron retirados.

Cohen está acusado de conspirar con la empresa hermana de Sig Sauer, con sede en Alemania, para violar las normas de exportación relativamente estrictas de los países, que prohíben la venta de armas a países en conflicto, incluido Colombia. Los funcionarios alegan que 38.000 pistolas fueron fabricadas en Eckernförde, en Alemania, y enviadas a la fábrica en los EE. UU., donde entonces se completaba la transacción y se presentaba la documentación falsa, incluidos los certificados de destino final que indicaban que las armas solo serían usadas en los EE. UU. La oficina del fiscal alega que Sig Sauer en los EE. UU. carecía de las instalaciones de producción para llevar a cabo el pedido hasta el 2011 y se dirigió a la rama alemana para solicitar ayuda. Sig Sauer hizo público un comunicado a un blog de armas de fuego en octubre del 2018 donde dice que “ha cumplido con la ley estadounidense”. Tanto la empresa alemana como la estadounidense son propiedad del conglomerado alemán L&O Holdings.

En el 2014, Aktion Aufschrei —una organización con sede en Alemania que toma medidas contra el comercio de armas— recibió documentos de un denunciante que mostraban que el destino final era Colombia, no los EE. UU. El abogado de la organización, Holger Rothbauer, le dijo a una página web de noticias “Sig Sauer simplemente puso etiquetas nuevas a las cajas grandes y, sin abrirlas, las entregó a Colombia”. Los documentos impulsaron una investigación de cuatro años por parte de los fiscales alemanes.